Protocolo de Evaluación Inicial para Pacientes con Sospecha de Hemorragia Intraparenquimatosa
Este protocolo describe los pasos iniciales para la evaluación y manejo de pacientes que presentan síntomas sugerentes de hemorragia intraparenquimatosa. Está diseñado para guiar al personal médico a través del diagnóstico rápido y efectivo, asegurando una intervención temprana y adecuada.
1. Evaluación Primaria
- Evaluación ABC (Vía Aérea, Respiración, Circulación): Asegurar que la vía aérea esté despejada, evaluar la respiración y estabilizar la circulación.
- Evaluación Neurológica Rápida: Utilizar la Escala de Coma de Glasgow para evaluar el nivel de conciencia y buscar signos de lateralización como hemiparesia o desviación de la mirada.
2. Historia Clínica y Examen Físico
- Historia Clínica: Recopilar información sobre la aparición de los síntomas, antecedentes de hipertensión, uso de anticoagulantes, y otros factores de riesgo.
- Examen Físico: Realizar un examen físico completo, prestando especial atención a los signos neurológicos y vitales.
3. Estudios Diagnósticos Inmediatos
- Tomografía Computarizada (TC) de Cabeza sin Contraste: Es el estudio de elección para identificar rápidamente la presencia de sangrado intracerebral.
- Laboratorio: Solicitar pruebas de coagulación (INR, tiempo de tromboplastina parcial), conteo sanguíneo completo, electrolitos, función renal y hepática.
4. Evaluación por Neurología o Neurocirugía
- Consulta Especializada: Tras confirmar el diagnóstico de hemorragia intraparenquimatosa, se debe consultar de inmediato a un neurólogo o neurocirujano.
- Evaluación para Intervención Quirúrgica: Determinar si el paciente es candidato para procedimientos quirúrgicos basado en la ubicación, tamaño del hematoma, y condición clínica.
5. Manejo Inicial
- Control de la Presión Arterial: Iniciar tratamiento para mantener la presión arterial en un rango objetivo, que suele ser menor de 140 mmHg en pacientes hipertensos.
- Manejo de la Coagulopatía: Si el paciente está bajo tratamientos anticoagulantes, considerar la administración de agentes reversores.
6. Monitoreo y Cuidados Intensivos
- Unidad de Cuidados Intensivos (UCI): Los pacientes con hemorragia intraparenquimatosa suelen requerir monitoreo intensivo, especialmente de la presión intracraneal y estado neurológico.
- Evaluaciones Continuas: Realizar evaluaciones neurológicas frecuentes para detectar cualquier deterioro y ajustar el manejo según sea necesario.
Este protocolo debe ser revisado y adaptado según las guías clínicas actualizadas y la infraestructura disponible en el centro médico.