Ignorancia en Neurocirugía: Lo que No Sabemos y Nos Humaniza
En neurocirugía, la ignorancia no es una falta moral. Es una condición inevitable. Cada día operamos en sistemas complejos, con variables infinitas, en cuerpos únicos, con límites científicos, emocionales y humanos. No saber no significa no valer. Significa ser real.
Tipos de ignorancia
- Ignorancia clínica: cuando un diagnóstico no encaja, o el tratamiento no funciona.
- Ignorancia técnica: cuando una situación intraoperatoria supera nuestra experiencia.
- Ignorancia emocional: cuando no sabemos qué decirle a un paciente o a un familiar en duelo.
- Ignorancia institucional: cuando no entendemos del todo por qué se sostienen ciertas culturas de poder.
- Ignorancia sobre uno mismo: cuando repetimos gestos o decisiones sin haberlas revisado.
Lo que la ignorancia nos permite
- Escuchar más y mejor.
- Pedir ayuda.
- Consultar, compartir, co-pensar.
- Seguir aprendiendo.
- Conectar con la humildad verdadera.
Lo que impide reconocer la ignorancia
- El mito del cirujano que todo lo sabe.
- El miedo al juicio del residente, del colega, del paciente.
- La cultura quirúrgica que castiga el no saber en lugar de acompañarlo.
- La falsa creencia de que el valor del neurocirujano está en su omnisciencia.
Ignorancia y liderazgo
- Un líder que dice “no lo sé, vamos a pensarlo juntos” enseña más que el que tiene siempre una respuesta.
- Nombrar la ignorancia no debilita el liderazgo: lo vuelve más ético, más humano, más creíble.
Cómo convivir con la ignorancia sin resignación
- Nombrarla cuando aparece.
- Usarla como punto de partida, no como justificación para la inacción.
- Incorporarla a la práctica diaria como recordatorio de que el saber es siempre parcial.
- Recordar que cada cirugía, cada caso, cada historia… trae una nueva forma de no saber. Y de aprender.
Conclusión
La ignorancia no se elimina. Se mira. Se habita. Se comparte. Se convierte en puerta al conocimiento, al diálogo, a la conciencia. Porque quien no reconoce lo que ignora… no puede crecer. Y quien se atreve a nombrarlo, en cambio… ya ha comenzado a ser sabio.