Desconexión Emocional en Neurocirugía: Mecanismo de Defensa, Riesgo de Deshumanización
La desconexión emocional es el proceso —a veces consciente, muchas veces inconsciente— por el cual un profesional se distancia afectivamente de lo que vive, siente y presencia en su práctica clínica.
En neurocirugía, este mecanismo aparece como forma de protección frente al sufrimiento, la presión, la culpa, la exposición constante al riesgo.
¿Por qué se desconecta un neurocirujano emocionalmente?
- Porque ha presenciado mucho dolor… sin espacio para integrarlo.
- Porque ha sufrido humillaciones o desprecios… sin permiso para nombrarlos.
- Porque se le ha enseñado que “sentir es debilidad”.
- Porque ha aprendido que la rapidez es más valorada que la empatía.
- Porque desconectarse permite seguir funcionando… aunque sea a costa de sí mismo.
¿Cómo se manifiesta la desconexión emocional?
- Automatización de decisiones clínicas sin espacio para la duda.
- Dificultad para recordar rostros, voces o historias de pacientes.
- Cierre afectivo ante el equipo, los residentes o los pacientes.
- Incapacidad para disfrutar de logros o para sostener el duelo.
Consecuencias
- Empobrecimiento de la relación médico-paciente.
- Trasmisión de frialdad como estilo formativo.
- Riesgo de burnout no detectado.
- Pérdida del sentido profundo del trabajo.
- Daño a la salud mental del profesional.
Desconectarse no es lo mismo que ser profesional
- Se puede ser firme, eficaz y sereno…
- *sin apagar la emoción. * Se puede tomar decisiones duras… sin volverse indiferente. ==== Cómo reconectar ==== * Nombrar lo que se siente, sin juicio. * Crear espacios de conversación emocional entre iguales. * Pedir ayuda psicológica o supervisión ética cuando hay sobrecarga. * Darse permiso para sentir, sin miedo a “perder el control”. * Recordar que la emoción no es un obstáculo clínico: es una brújula humana. ==== Conclusión ==== Desconectarse emocionalmente puede ayudar a sobrevivir… pero nunca a cuidar. Y en un oficio como la neurocirugía, donde el poder sobre el cuerpo es inmenso, solo la emoción contenida, compartida, comprendida… puede impedir que el alma del cirujano se anestesie del todo. Porque el que no siente… ya no está operando: está repitiendo.**