La coherencia es la alineación entre lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace. En neurocirugía, donde las decisiones son complejas y las relaciones jerárquicas están cargadas de emoción, la coherencia se convierte en brújula moral, base del liderazgo, y raíz de la confianza.
La coherencia no se proclama. Se encarna. No necesita aplauso, ni defensa, ni explicación. Y cuando está presente, todo el equipo respira distinto. Porque el verdadero liderazgo no se impone… se reconoce en el silencio de quien actúa como habla… y habla como siente.