Tabla de Contenidos

Autocompasión en Neurocirugía: Cuidarse sin justificarse, sostenerse sin esconderse

La autocompasión no es indulgencia, ni debilidad, ni excusa. Es la capacidad de tratarse a uno mismo con la misma humanidad, comprensión y cuidado con que trataríamos a un residente en formación o a un paciente que ha cometido un error. En neurocirugía, donde la exigencia roza lo inhumano, la autocompasión es una herramienta clínica, ética y emocional de primera necesidad.

¿Qué es la autocompasión en la práctica profesional?

Lo que la autocompasión NO es

Es, en cambio, la forma más ética de seguir adelante sin romperse.

¿Por qué cuesta tanto la autocompasión en neurocirugía?

¿Qué permite la autocompasión?

Ejercicios silenciosos de autocompasión

Conclusión

En un mundo quirúrgico que exige sin tregua, la autocompasión no es un privilegio: es un acto de justicia interna. Porque nadie puede operar bien si vive roto por dentro. Y porque el bisturí no sólo corta tejidos: también deja huellas en quien lo empuña.

La autocompasión no es quererse más. Es dejar de tratarse como un enemigo. Y eso, quizás, sea la forma más profunda de sanar.