Despreciar en Neurocirugía: Cuando el Otro Se Vuelve Invisible
Despreciar es negar valor al otro. No es solo ofender: es reducir su presencia, anular su voz, ignorar su humanidad. En el contexto neuroquirúrgico, puede vestirse de indiferencia, elitismo o falsa corrección. Pero siempre hiere. Y si se ejerce desde el poder, se multiplica.
¿Cómo se manifiesta el desprecio en la práctica clínica?
- No saludar o ignorar sistemáticamente a alguien del equipo.
- Hacer como si la opinión del residente o enfermera no existiera.
- Reírse por lo bajo de una intervención sin contestarla.
- Hablar del paciente en su presencia como si no entendiera.
- Elegir a quién se escucha… según jerarquía, apellido o carisma.
Lo que comunica el desprecio (aunque no se diga)
- “Tú no importas.”
- “Tu palabra no cuenta.”
- “No estás al nivel.”
- “No mereces que te mire, que te responda, que te incluya.”
Efectos del desprecio
- Apagamiento del entusiasmo clínico.
- Autoexclusión del residente o profesional despreciado.
- Aparición de inseguridad crónica o miedo a hablar.
- Disminución de la calidad del cuidado (la exclusión siempre impacta en el paciente).
- Reproducción de la conducta con generaciones futuras.
Despreciar ≠ corregir, ni exigir
- Corregir implica presencia.
Despreciar implica anulación.
- Exigir puede ser justo.
Despreciar es siempre deshumanizante.
- Se puede marcar un error…
sin borrar a la persona.
Cómo no caer en el desprecio sin darse cuenta
- Revisar a quién se incluye en la conversación clínica.
- Observar cómo reacciona el otro ante nuestras palabras (o nuestros silencios).
- Pedir feedback sobre cómo se percibe nuestro estilo.
- Usar el nombre propio: nombrar es reconocer.
- Recordar que un gesto de desprecio se recuerda toda la vida.
Conclusión
Despreciar es operar el alma del otro sin anestesia. No deja cicatriz visible, pero cambia trayectorias, vocaciones, formas de estar. En neurocirugía, donde tanto se enseña con el cuerpo y la palabra, nada justifica negar la presencia del otro. Porque mirar, escuchar y responder… también es parte del cuidado.