Las principales vías largas de la médula espinal son la vía motora, vía piramidal o fascículo corticoespinal, y la vía sensitiva con varias modalidades en diferentes fascículos, el espinotalámico lateral (sensibilidad termo-algésica) y los de la columna dorsal o cordones posteriores (sensibilidad posicional, vibratoria y táctil epicrítica).
Así pues, cualquier lesión medular va a producir pérdida, en grado variable, de la función de estas vías motoras y sensitivas por debajo de la misma.