La duración media de los síntomas es de aproximadamente 3 años.
Con frecuencia engloban o desplazan la arteria carótida interna, sus ramas, así como el nervio óptico y el quiasma, por lo que pueden estar comprometidas las disfunciones visuales, tanto en la agudeza como en el campo visual 1).
La escala clínica más recomendable es la de Karnofsky y se precisa un estudio oftalmológico preoperatorio.
Los síntomas más comunes pueden variar entre epilepsia y cefaleas, también disminución de la agudeza visual, edema de papila y atrofia de papila. Afectación del V par, III par, pérdida de memoria, bradipsiquia,y disfasia motora.
Alteraciones del carácter y depresión 2).