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Dormir Tranquilo: La Ética Silenciosa del Neurocirujano

En neurocirugía, el éxito no siempre es visible, ni se mide con cifras. Hay días en los que operar bien, enseñar con calma, tratar con respeto y honestidad con uno mismo tiene un valor incalculable. Y ese valor se resume, muchas veces, en una sensación sencilla y poderosa: dormir tranquilo.

¿Qué significa dormir tranquilo?

Dormir tranquilo no es haber tenido un día perfecto

Es poder mirar hacia atrás y saber que:

Lo que no deja dormir

Dormir mal no siempre es culpa del caso clínico: muchas veces lo que no deja dormir no es lo que se hizo, sino cómo se hizo.

Dormir tranquilo como brújula

Cuando las métricas externas (premios, cirugías, aplausos) se vuelven confusas o insuficientes, dormir tranquilo puede ser la brújula interna más clara. No necesita validación externa, no requiere test ni auditoría. Solo requiere integridad.

Conclusión

Dormir tranquilo no es un lujo en neurocirugía: es una necesidad moral. Quien opera cada día, enseña cada semana y lidera cada año sin perder el derecho a dormir tranquilo, ha entendido que la verdadera excelencia no se mide en logros, sino en paz.