El cinismo es una actitud de indiferencia o desprecio disimulado hacia lo que antes importaba: el paciente, el equipo, el propio oficio. En neurocirugía, el cinismo aparece cuando la emoción fue negada demasiadas veces, cuando la frustración no encontró salida, cuando el sufrimiento se transformó en sarcasmo.
No es maldad. Es un escudo.
El otro se protege.
El cinismo no es valentía. Es una señal de agotamiento emocional. Y aunque protege, también aísla. También cansa. También vacía. En neurocirugía, donde tanto se juega cada día, la ironía sin conciencia puede convertirse en una forma de abandono. Y tú, que elegiste este oficio… no estás aquí para abandonarte.