El espacio entre ambas capas del peritoneo se denomina cavidad peritoneal; contiene una pequeña cantidad de fluido lubricante (alrededor de 50 ml) que permite a ambas capas deslizarse entre sí.
La cavidad peritoneal es una excelente superficie de absorción de líquido cefalorraquídeo, por lo que se usa para la técnica de la derivación ventrículoperitoneal.