Un ataque isquémico transitorio (AIT) aparece y desaparece rápidamente. Se produce cuando un coágulo de sangre obstruye un vaso sanguíneo en el cerebro. Eso hace que el suministro de sangre al cerebro se detenga brevemente. Los síntomas de un AIT se parecen a los síntomas de un accidente cerebrovascular o un derrame, pero su duración es menor. Ocurren repentinamente e incluyen:
La mayoría de los síntomas de un AIT desaparecen en el transcurso de una hora, aunque pueden durar hasta 24 horas. Debido a que no es posible saber si los síntomas se deben a un AIT o un derrame, debe dirigirse rápidamente a un hospital. Los AIT suelen ser una señal de advertencia