El diagnóstico clínico de [[médula anclada]] debe sospecharse en cualquier paciente con [[espina bífida]] que presente progresión insidiosa de [[mielorradiculopatía]] como disfunción de esfínteres, deterioro en la marcha, dolor lumbar, escoliosis o la aparición de deformidad en los pies, así como la formación de [[úlcera plantar]] en zonas de anestesia.