Existen múltiples procesos patológicos que tienen predilección por el clivus como lugar de afectación. Esto podría ser debido a que se trata de una localización anatómica en la que asientan tejidos de distinta naturaleza (hueso, cartílago, restos de notocorda...) y a que se encuentra ricamente vascularizado. Las lesiones que afectan al clivus, pueden ser diagnosticados incidentalmente mediante un TAC o una RM. La importancia de su detección radica en la posible afectación de estructuras vasculonerviosas vitales de la base del cráneo. Podemos clasificar a estas lesiones en tumores originados primariamente en el clivus (cordoma, condrosarcoma,...); afectación tumoral secundaria o tumores paraclivales (metástasis, mieloma múltiple, carcinoma nasofaríngeo, linfoma, adenoma hipofisario, craneofaringioma, meningioma...), lesiones pseudotumorales (displasia fibrosa, ecchordosis physaliphora,...), lesiones inflamatorio-infecciosas (osteomielitis, mucocele, artritis reumatoide,...), lesiones vasculares (aneurismas vertebrobasilares),etc....