====== Dormir Tranquilo: La Ética Silenciosa del Neurocirujano ====== En neurocirugía, el [[éxito]] no siempre es visible, ni se mide con cifras. Hay días en los que [[operar]] bien, [[enseñar]] con calma, tratar con [[respeto]] y [[honestidad]] con uno mismo tiene un [[valor]] incalculable. Y ese valor se resume, muchas veces, en una sensación sencilla y poderosa: **dormir tranquilo**. ==== ¿Qué significa dormir tranquilo? ==== * Haber hecho lo mejor posible con el conocimiento y medios disponibles. * No haber ocultado errores, ni haber culpado injustamente a otros. * Haber tomado decisiones difíciles sin traicionarse éticamente. * Haber respetado al paciente, incluso cuando el pronóstico fue malo. * Haber enseñado sin humillar, guiado sin imponer, liderado sin herir. ==== Dormir tranquilo no es haber tenido un día perfecto ==== Es poder mirar hacia atrás y saber que: * Se actuó con honestidad clínica. * Se escuchó más que se gritó. * Se dudó cuando había que dudar. * Se operó con precisión, pero también con conciencia. ==== Lo que no deja dormir ==== * La mentira encubierta. * El desprecio innecesario. * El error no asumido. * El paciente ignorado. * La enseñanza cruel. Dormir mal no siempre es culpa del caso clínico: muchas veces lo que no deja dormir **no es lo que se hizo, sino cómo se hizo**. ==== Dormir tranquilo como brújula ==== Cuando las métricas externas (premios, cirugías, aplausos) se vuelven confusas o insuficientes, dormir tranquilo puede ser la brújula interna más clara. No necesita validación externa, no requiere test ni auditoría. Solo requiere **integridad**. ==== Conclusión ==== Dormir tranquilo no es un lujo en neurocirugía: es una necesidad moral. Quien opera cada día, enseña cada semana y lidera cada año **sin perder el derecho a dormir tranquilo**, ha entendido que la verdadera excelencia no se mide en logros, sino en paz.