El déficit de atención se considera una de las alteraciones más frecuentes y persistentes tras un Traumatismo craneoencefálico, y tiene una gran repercusión en el resto de las funciones cognitivas, como, por ejemplo, la memoria. Los pacientes presentan distractibilidad y dificultades para atender a más de un elemento a la vez. Se han descrito trastornos en distintas esferas de la atención: atención selectiva o focalizada, atención dividida y atención sostenida.